Proyecto Dehesa

ADENEX, que trabaja desde el año 1978 en programas de investigación, defensa y divulgación del patrimonio natural y cultural de Extremadura, se centró ya desde sus inicios en la realización de campañas que pretendían denunciar las amenazas que ponían en peligro la continuidad de nuestras masas forestales autóctonas, informando, por una parte, de sus valores naturales y potencialidades económicas y por otra promoviendo alternativas para una gestión adecuada desde una óptica ambiental y social adecuadas.

En el año 1981, ADENEX lanzó una ambiciosa campaña con el título Encinas: Garantía de futuro, presentada en Badajoz por el Profesor González Bernáldez, que tuvo un gran impacto social, contribuyendo a la disminución drástica del arranque de encinas en la región.

Desde entonces, uno de los principales campos de actuación de ADENEX ha sido el bosque mediterráneo y la dehesa, realizándose en este sentido múltiples actividades de divulgación y educación ambiental, reforestaciones, iniciativas de custodia del territorio, establecimiento de reservas biológicas, etc.

Desde el año 2006, la actividad prioritaria de nuestra asociación está centrada en la conservación, la regeneración y el uso sostenible de las dehesas, entendiendo estos objetivos como beneficios públicos ambientales con un alcance general, para todos los ciudadanos y las generaciones futuras, sin olvidar que la rentabilidad económica de las explotaciones es imprescindible para su preservación.

En noviembre de 2006, ADENEX organizó en Fregenal de la Sierra el seminario “Situación actual de la dehesa en Extremadura y perspectivas de Futuro”.

En junio de 2010, ADENEX fue uno de los participantes en unas Jornadas sobre la Dehesa, celebradas en Salamanca, para la elaboración del “Libro Verde de la Dehesa”. Las conclusiones de estas jornadas sirvieron, entre otras cosas, para la redacción de la “Ponencia de Estudio sobre la protección del ecosistema de la dehesa”, constituida en el seno de la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Senado de España, que detectó el galopante grado de deterioro de la dehesa.

En noviembre de 2010 ADENEX organizó en Badajoz la “Jornada sobre la Dehesa: Dehesas y Montados en el Suroeste Ibérico”.

La campaña ¿Extremadura sin dehesas? fue desarrollada por ADENEX desde 2010 gracias al apoyo de “Catalunya Caixa”, realizándose una serie de materiales divulgativos.

ADENEX trabajó en colaboración con el Gobierno de Extremadura, la Universidad de Extremadura, la Universidad de Évora y la Asociación de Gestores de la Dehesa, en la organización del Congreso Ibérico sobre las Dehesas, que se celebró en noviembre de 2013.

En los años 2013 y 2014, gracias a ayudas concedidas por la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Extremadura, dentro de la convocatoria de subvenciones a actividades y/o proyectos de conservación de la naturaleza, ADENEX ha llevado a cabo campañas de difusión de amplia cobertura, tituladas “La Dehesa en la Red de Áreas Protegidas de Extremadura” y “Dehesas: Hábitat Natural y Humano”.

JUSTIFICACIÓN

La dehesa constituye un ecosistema y un sistema productivo único en el mundo, exclusivo del suroeste de la Península Ibérica, que ofrece los mayores índices de biodiversidad de Europa, al tiempo que proporciona un importante acerbo de valores ambientales, culturales y estéticos.

Los servicios públicos que proporciona la dehesa tienen una extraordinaria importancia en Extremadura: preservando el paisaje característico de Extremadura, conservando la fertilidad de los suelos, evitando la erosión, regulando el microclima, manteniendo el equilibrio hidrológico, contribuyendo a la fijación de carbono, conservando la biodiversidad, las razas de ganado autóctono y asegurando aprovechamientos comerciales sostenibles a largo plazo.

Las dehesas están consideradas Sistemas de Alto valor Natural (High Nature Value, HNV) y constituyen en Extremadura el máximo grado de intervención humana potencialmente compatible con la conservación de los recursos naturales de suelo, vegetación y fauna. Es un sistema agro-silvo-pastoril potencialmente modélico en cuanto a su multifuncionalidad, compatibilizando en espacio y tiempo las producciones de ganado doméstico, corcho, cultivos agrícolas, madera, leña, frutos, pastos, caza, apicultura, plantas aromáticas y medicinales, setas, espárragos, etc.

La abundancia y variedad de la fauna en las dehesas es notable, siendo crucial su conservación para la supervivencia de especies amenazadas como el Águila imperial ibérica (Aquila adalberti), el Buitre negro (Aegypius monachus), Elanio azul (Elanus caeruleus), Águila calzada (Hieraetus pennatus), Culebrera europea (Circaetus gallicus) y Cigüeña negra (Ciconia nigra). Constituye además el área fundamental de invernada de millones de ejemplares de aves migratorias del norte de Europa, como la Grulla común (Grus grus), Paloma torcaz (Columba palumbus), Avefría (Vanellus vanellus), etc.

Pero, a pesar de la gran importancia económica, ecológica y cultural que la dehesa tiene para Extremadura, su sostenibilidad y persistencia se encuentran seriamente amenazadas, debido a una variada y compleja problemática, provocada por las tendencias de gestión de las últimas décadas, que está conduciendo a un declive de sus valores naturales.

A partir de la segunda mitad del siglo pasado la dehesa experimentó un brusco proceso de intensificación, que aún continúa. La mecanización, las alambradas, el incremento de las cargas ganaderas, la entrada masiva del vacuno, la sustitución de las razas autóctonas, la práctica desaparición de la trashumancia, etc., han ido originando la simplificación de la dehesa, con grandes extensiones de arbolado disperso y pastizal, cada vez menos diversa y, en consecuencia, menos sostenible.

El principal factor de amenaza para la dehesa es la falta de regeneración del arbolado y su consiguiente fosilización. Se ha estimado que un millón de hectáreas de dehesa en Extremadura (el 80%) carece de regeneración, es decir, los árboles viejos que mueren no son sustituidos por otros nuevos.

A este proceso de envejecimiento del arbolado se suma el fenómeno de decaimiento y muerte de quercíneas denominado “seca”. Su origen puede estar relacionado con el cambio climático, por defecto o exceso de humedad y aumento de las temperaturas, pero también con la presencia de un microorganismo patógeno muy destructivo, Phythophtora cinnamomi, cuya acción se ve potenciada por los factores ambientales adversos y favorecida por los ataques simultáneos de otros hongos e insectos.

En la actualidad, la crisis por la que atraviesan los espacios rurales, por el paulatino abandono y envejecimiento poblacional, tiene igualmente graves consecuencias para la progresiva degradación de este ecosistema antrópico, que necesita imprescindiblemente de la acción humana para su mantenimiento y regeneración.

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