VIAJES AMBIENTALES EN EL VALLE DEL TENA
Del 8 al 12 de julio, ADENEX culminó su temporada de primavera-verano con un enriquecedor viaje ambiental al impresionante Valle de Tena. Un grupo de 30 personas se unió a esta aventura, explorando la riqueza natural y cultural de esta región pirenaica, donde la historia y la naturaleza se entrelazan en un entorno de belleza inigualable.
Nuestra primera parada fue en Serrablo, una ruta conocida por sus antiguas iglesias mozárabes. La visita guiada nos permitió conocer en profundidad la arquitectura y el legado histórico de San Pedro de Lárrede, Santa Eulalia de Orós y San Juan de Busa. Cada iglesia, con sus características únicas y su aura de misterio, nos transportó a tiempos medievales, cuando estas edificaciones servían como centros espirituales y comunitarios. Complementamos este recorrido histórico con una visita al Museo Etnográfico Ángel Orensanz, donde aprendimos sobre las tradiciones y el modo de vida de los habitantes del Valle de Tena a lo largo de los siglos.
El segundo día nos dirigimos a Sallent de Gállego, un pintoresco pueblo que parece sacado de un cuento de hadas. Después de pasear por sus encantadoras calles, emprendimos una ruta hacia el Salto de Sallent, una espectacular cascada que nos dejó sin aliento. La fuerza y la belleza del agua en su caída son un recordatorio del poder de la naturaleza y de la importancia de preservarla.
Una de las experiencias más relajantes del viaje fue nuestra visita al balneario de Panticosa. Este histórico establecimiento, rodeado de montañas y lagos, nos brindó un refugio de paz y tranquilidad. Paseamos por el lago cercano y exploramos una de las fuentes termales que aún se mantienen en pie, disfrutando de las vistas panorámicas y la atmósfera serena del lugar.
La aventura continuó con un paseo hasta el dolmen de Santa Elena, una construcción megalítica que nos permitió conectar con los antiguos habitantes de la región. La energía del lugar es palpable, y el paseo hasta allí nos ofreció la oportunidad de apreciar la flora y fauna locales en su hábitat natural. Posteriormente, visitamos Biescas, una población que combina encanto rural y vibrante vida local. Sus calles y plazas nos invitaron a sumergirnos en la cultura aragonesa.
Para cerrar el viaje con broche de oro, realizamos el famoso paseo en tren del Valle de Tena. Partiendo desde Piedrafita de Jaca, el tren nos llevó hasta el Ibón de Piedrafita, un lago de origen glaciar situado en un paraje de ensueño. Las vistas desde el tren fueron simplemente espectaculares, con las montañas y los valles extendiéndose en un mosaico de colores y formas que quedarán grabados en nuestra memoria.
Este viaje no solo nos permitió conocer a fondo el Valle de Tena, sino que también reforzó nuestro compromiso con la conservación del medio ambiente y el respeto por la historia y las tradiciones locales. Cada actividad, cada visita, fue una oportunidad para aprender y apreciar la importancia de preservar estos tesoros para las futuras generaciones. ADENEX agradece a todos los participantes por su entusiasmo y dedicación, haciendo de este viaje una experiencia inolvidable.
Con el corazón lleno de recuerdos y la mente inspirada por la belleza del Valle de Tena, concluimos esta temporada con la esperanza de seguir explorando y protegiendo los maravillosos rincones de nuestro planeta.