Nota de Prensa
Peticiones de las ONGs ambientales en el Consejo Extremeño de Caza.
Como es habitual coincidiendo con Feria de la Caza, Pesca y Naturaleza Ibérica (Feciex)el 15 de septiembre de 2023 se ha celebrado un Consejo Extremeño de Caza, en el mismo las ONGs ambientales han participado a través de su representante y han realizado una serie de peticiones.
Las ONGs ambientales pidieron el cese de las autorizaciones de la caza de ciervos durante la época de berrea, pusieron en evidencia que esta actividad es contraria a la selección natural del ciervo, Ya que, los más sanos y fuertes son los que más se exponen, siendo los más perseguidos y cotizados por sector que va buscando el trofeo, además manifestaron su preocupación por el riesgo que supone para las personas que van a ver la berrea.
Recuerdan estas organizaciones que es evidente la indefensión de estos animales que necesitan exponerse para poderse reproducir y que además se exponen más los que mayor calidad genética tienen, por tanto les parece evidente que cazarlos ahora merma las posibilidades de transmitir los mejores genes a la descendencia y también perjudica el recurso turístico de la berrea, que cada año atrae a más visitantes a Extremadura, que entre otros beneficios generan pernoctaciones, comida en restaurantes y emplean a guías especializados que acompañan a los turistas.
También han pedido que se revise recuperar la parada biológica, para que las especies puedan reproducirse y la caza pueda ser una actividad sostenible, por ello piden que se acabe con la gran cantidad de excepcionalidades que hacen que ya no exista la veda en la práctica y que, prolongue durante todo el año la práctica de la caza en detrimento de especies cinegéticas y no cinegéticas. Afortunadamente hay muchos cazadores que solo cazan en la temporada general, respetando la veda, pero sus intereses se ven perjudicados por quienes siguen cazando.
En esta reunión estuvo bastante limitada la posibilidad de participar, aunque agradecen que se haya abierto la posibilidad de realizar una reunión extraordinaria en breve, a la que se les ha remitido para plantear iniciativas. En esta futura reunión las ONGs ambientales quieren explicar su preocupación por la media veda desarrollada en época de extremo peligro de incendios, después de un acentuado período de sequía y, consideramos, que en muchos casos sin el debido control por parte de los Agentes del Medio Natural, saturados de trabajo y realizando guardias de incendios. Esta preocupación la van a transmitir por escrito a la administración y esperan que se tomen medidas para evitar efectos perjudiciales para esta mermada especie, que actualmente tiene fijado un cupo cero en España, que se sortea en Extremadura con excusas supuestamente científicas, que no les convencen y le recuerdan a la caza científica de ballenas que hace Japón.
Representantes de los cazadores pidieron el fin de las emergencias cinegéticas que más que una emergencia es lo habitual en los últimos 20 años, desvirtuándose su principio de emergencia, desde las ONGs ambientales también consideran que esta medida no debería seguir, ya que se ha demostrado ser ineficaz.
Las ONGs agradecen que la Junta de Extremadura les permita participar en el Consejo Extremeño de Caza pero piden que se tenga algo más en cuenta sus demandas, como la del resto de colectivos no directamente involucrados en la práctica cinegética, pero que les afecta, porque la actual tendencia de la actividad, cada vez más dependiente de las granjas cinegéticas y con prácticas crueles como la caza del zorro en madriguera, o la suela de animales para su abatimiento inmediato, el maltrato de algunos cazadores a los perros de caza o los accidentes que llegan a producir muerte o paraplejia de otros usuarios del medio natural genera cada vez más rechazo social y podrían poner en peligro a medio plazo la continuidad de la actividad cinegética.
Por otra parte, la ONGs ambientales reiteran en este comunicado su petición de que se respete la propiedad de las personas no cazadoras que quieran sacar sus terrenos de de los cotos de caza, en especial, en todas aquellas propiedades, que posean viviendas, y, cuyos propietarios, no han autorizado que sus terrenos sean incluidos en dichos cotos y que se ven obligados a someterse a farragosos procedimientos y a pagar unas injustas tasas para liberar sus propiedades de esta actividad cinegética impuesta por la administración.
Para finalizar, los colectivos que integran la Coordinadora de ONGs Ambientales de Extremadura, se muestra sorprendidas, a la vez que preocupadas, por las declaraciones realizadas por la presidenta del ejecutivo regional, María Guardiola, en relación a la intención de permitir la caza en el Parque Nacional de Monfragüe como anunció en el marco de la Feria de la Caza, la Pesca y la Naturaleza Ibérica (Feciex) celebrada durante el pasado fin de semana en Badajoz.
Las ONGs ambientales tachan de muy graves estas declaraciones ya que van en la dirección contraria tanto de la Ley 30/2014 de Parques Nacionales como la Ley 1/2007 de Declaración del Parque Nacional de Monfragüe que prohíben la caza deportiva y comercial dentro del parque.
Con carácter general, la caza como actividad recreativa o como aprovechamiento de animales silvestres, son incompatibles con los objetivos y finalidades de un parque nacional por las repercusiones que tienen sobre los procesos naturales y por su impacto sobre el uso público.
Por otro lado, de acuerdo con la normativa dispuesta en el Plan Director de la Red de Parques Nacionales, los Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG) se deben contemplar medidas que tengan como objetivo regular los controles poblacionales de ungulados silvestres presentes en Parques Nacionales. La herramienta que se contempla en la actualidad es la de un Plan de Acción Selectiva, con estos medios, se asegura el mínimo riesgo de daños para otras especies de fauna y flora que deben protegerse.
También las ONGs ambientales recuerdan que tras más de 20 años consideran que ha quedado claro que las monterías como acciones de control no han funcionado ni han solucionado el problema de la superpoblación de ungulados silvestres y que es hora de probar otros métodos como los Planes de Acción Selectivas. Que, bajo su criterio, están funcionando bastante bien.
Por último, las ONGs ambientales quieren denunciar la falta de transparencia por parte del ejecutivo sorprendiéndoles que se haya tomado la decisión de permitir la caza dentro del Parque Nacional para el próximo mes de octubre sin haber llevado este tema al Consejo Regional de Caza o el Patronato del Parque Nacional de Monfragüe.
Este comunicado es apoyado por las ONGs ambientales ADENEX, AMUS, ANSER, DEMA, ECOLOGISTAS EN ACCIÓN EXTREMADURA, ECOLOGISTAS EXTREMADURA, GRUS Y SOCIEDAD EXTREMEÑA DE ZOOLOGÍA.
Esta acción se enmarca en una de las 20 propuestas contra los incendios forestales que la enviará a las administraciones para que se tomen medidas encaminadas a luchar contra esta lacra.
ADENEX (Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura) ha pedido a la Junta de Extremadura que reconozca la relación existente entre el cambio climático y la creciente virulencia de los incendios forestales. Lo ha hecho en palabras de su presidente, Jorge Vega, en una rueda de prensa celebrada durante la mañana del 6 de septiembre en Mérida y que responde a la campaña "Ni una hectárea más, los incendios forestales son un problema de tod@s".
Jorge ha explicado que en este 2023 coinciden una serie de aniversarios que consideran de "vital importancia" para la asociación. Se cumplen 20 años del grave incendio que asoló alrededor de 13.000 hectáreas en la zona de Valencia de Alcántara y en la frontera portuguesa. En este sentido Jorge ha señalado que tras este desastre ambiental tomó más peso la reflexión sobre la "manera en la que nos estábamos comportando como sociedad y como administración" con respecto a los incendios forestales. Por aquel motivo ADENEX elaboró un documento con 20 propuestas contra los incendios dirigidas a las administraciones y agentes sociales con el objetivo de buscar posibles soluciones. 20 años después la asociación ha revisado estas propuestas y las ha actualizado para volverlas a mandar al ejecutivo regional y al resto de administraciones y entidades. 15 de esas 20 propuestas siguen coincidiendo con las de hace dos décadas salvo algunas modificaciones, algo que el propio Vega considera "alarmante" añadiendo que la administración "debería repensar las políticas que se están llevando a cabo con respecto a los incendios, sobre todo a nivel preventivo". Otro de los aniversarios importantes que se dan en este año es el vigésimo aniversario del proyecto del voluntariado ambiental Plantabosques, al que el presidente de ADENEX también se ha referido.
La prevención y adaptación al cambio climático, aspectos esenciales.
Jorge ha expresado que la administración regional "debe reconocer" la relación que existe entre el cambio climático y los denominados incendios de sexta generación, mucho más catastróficos. Ha dicho que "esto es un problema real" y añade que ese ejercicio de reconocimiento también se tiene que extender al resto de administraciones y en definitiva a toda la sociedad.
Precisamente el cambio climático y su relación directa con la creciente gravedad de los incendios forestales protagoniza una de las 20 propuestas que recoge el documento. El presidente ha destacado otras como la necesidad de más recursos destinados a la prevención, la puesta en valor del papel de los agentes forestales como informadores al servicio de la sociedad, la construcción de redes de voluntariado forestal, mejorar una planificación de los cortafuegos, la aplicación de los Planes Periurbanos de Incendios y Medidas de Autoprotección o la limpieza de los bosques, retirada y quema de residuos vegetales, entre otras acciones.
DOCUMENTO CON LAS 20 PROPUESTAS (PINCHAR AQUÍ)
La Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (ADENEX) reflexiona ante el riesgo de caer en la tentación de utilizar el dogma de que “todo tiempo pasado fue mejor” como salvavidas a un difícil proceso de adaptación mental a la crisis ecosocial.
En estos convulsos tiempos de crisis climática, profundos cambios sociales y políticos, urge hacer un ejercicio de adaptación. Y no solo una adaptación física a la realidad que se nos presenta como consecuencia de nuestra intervención activa y corresponsable en los efectos que están modificando nuestro planeta, si no una transformación radical de nuestras creencias. El mantra de que “todo tiempo pasado fue mejor” se presenta como un dogma nostálgico, casi una tabla de salvación a la que aferrarnos en respuesta al difícil proceso de evolución mental que implica aceptar la nueva realidad y actuar de manera proactiva sabiendo que cada pequeña acción individual nos aleja o nos acerca un paso más hacia el colapso.
“Ni una hectárea más. Los incendios forestales son un problema de tod@s.” Este es el lema y declaración de intenciones de la nueva campaña impulsada desde la Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (ADENEX). Tal y como sostienen sus propios impulsores, esta campaña es un “grito de auxilio” de la sociedad extremeña, que reclama ayuda para acabar con los incendios forestales que año tras año destruyen montes, casas y el medio de vida rural, amenazando el futuro de los pueblos.
La asociación conservacionista ADENEX ha recibido la sentencia del Tribunal Supremo que anula la modificación del Plan General Municipal de Cáceres que autorizaba los usos industriales y contaminantes en los suelos clasificados como Suelo No Urbanizable de Especial Protección.
En estos tiempos de grave Crisis Climática reina la confusión. Se conoce lo que pasa y lo que previsiblemente pasará en todo el planeta Tierra. También lo que se debe hacer y aquello que no se hace para remediarla.
Un aspecto relevante en este asunto es la falta de claridad en la conceptualización y uso del lenguaje público, en el cual se suele equiparar y mezclar muy a menudo, intencionadamente o no, el significado de dos términos.
Consideran que se han vulnerado directivas europeas, leyes nacionales, las directrices de conservación de la ZEPA urbana de Cáceres e incluso las condiciones que la Dirección General de Sostenibilidad puso al Ayuntamiento para autorizar “a posteriori” la intervención.