ADENEX participa en la Campaña de Salvamento y Conservación del Aguilucho Cenizo en Extremadura durante la temporada 2020

Voluntarios y voluntarias de ADENEX, Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura, están inmersos durante los últimos meses en la Campaña de salvamento y conservación de los aguiluchos cenizos en Extremadura. Actualmente la Junta de Extremadura se hace responsable de la campaña a través de la Dirección General de Sostenibilidad y el GEA (Grupo Extremeño de Aguiluchos), en cuyo equipo se ha integrado ADENEX para hacer el seguimiento de la reproducción de esta especie en los términos municipales de la provincia de Badajoz: Mérida, Calamonte, Arroyo de San Serván, Mirandilla, El Carrascalejo, Aljucén, La Nava de Santiago, La Roca de la Sierra, Lobón, Montijo, Puebla de la Calzada, La Garrovilla, Esparragalejo, Los Canchales y el P. N. de Cornalvo. Esta campaña no se llevaba a cabo en el entorno de Mérida y Vegas Bajas desde 2012.

Hasta el momento, se han marcado diez nidos, que estas aves realizan en el suelo, para que las cosechadoras no los arrasen en plena época de cría, que coincide con la recolección del cereal. Los seis voluntarios de ADENEX que participan en este proyecto continúan trabajando en este marcaje puesto que la campaña cerealista aún no ha terminado en Extremadura. Tras esta labor, procederán al anillamiento de los pollos y el seguimiento de los nidos hasta que los aguiluchos cenizos completen su temporada de cría.

Muchos ciudadanos habrán visto alguna vez en los medios de comunicación o directamente en el campo la terrible imagen de un nido de aguilucho cenizo delante de la cosechadora. Estas bellas aves se encuentran en una profunda regresión, siendo cada vez más difícil verlas campear y disfrutar de sus vuelos acrobáticos, por los territorios que desde hace milenios dominaban. Es importante mencionar que se trata de una especie migratoria y adaptada a recorrer grandes distancias volando desde el contingente europeo, donde se reproduce, y el África Subsahariana, donde inverna. El aguilucho cenizo (Circus pygargus), se encuentra incluido en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura con la figura de Sensible a la Alteración de su Hábitat, figura que abala su protección en el territorio regional.

Son muchas las amenazas que acechan a esta especie, y desde ADENEX no queremos dejar pasar la oportunidad, de al menos, citarlas con el objetivo de darlas a conocer y alentar con ello a una mayor sensibilidad y empatía con los aguiluchos cenizos en nuestra región. Quizás la más graves de las amenazas para la especie y que causa muchas de las muertes anuales, sea la inevitable y comprensible, mecanización del campo. Este hecho seguido del uso cada vez más frecuentes variedades tempranas de cereal, está llevando al adelanto de la época de cosecha, hasta el punto que no les da tiempo a los aguiluchos a que puedan sacar su descendencia sin riesgos. Otra de las amenazas que persiguen a esta especie es el acusado uso de plaguicidas y fitosanitarios, hecho que está reduciendo la disposición de presas y, por tanto, alimento para la especie y su prole.

Por último, y no menos importante, de un tiempo a esta parte se está agravando la perdida de hábitat adecuados para la especie. Esto es debido a la expansión que estamos sufriendo en Extremadura y prácticamente en todo el territorio nacional con los cambios de cultivo en el uso del suelo agrícola, perdiéndose poco a poco la zona de secano tradicional y las grandes extensiones de cereal por el cada vez más frecuente viñedo en espaldera o el olivar en intensivo.

La población extremeña de aguiluchos cenizo es todavía bastante importante dentro de la península Ibérica. El censo pionero y coordinado por ADENEX en el año 1993 estimaba la población de esta especie en torno a las 1.100 parejas. En el año 2001 se realizó otro censo, esta vez coordinado por la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura en la que colaboraron gran parte de las asociaciones conservacionistas de la región y que arrojó una cifra que rondaba las 650 parejas. Esto daba la mala noticia de que la población de aguiluchos se había reducido de manera muy drástica en Extremadura en apenas 10 años. Otro nuevo censo, esta vez nacional que se realizó en el año 2006 y que en Extremadura fue coordinado por la Junta de Extremadura a través del GEA sacó como resultado unas 740 parejas en toda la región. Durante la década de los 80 y buena parte de los 90 del pasado siglo, ADENEX inició sin apenas recursos, pero con un buen equipo de voluntarios y voluntarias, las primeras campañas de salvamento de esta especie en Extremadura. Por avatares del tiempo, tuvimos que dejar de participar en estas labores, pero este año volvemos a retomarlo de nuevo, cargados de ganas e ilusiones por proteger a estas aves que eligen nuestra región para nidificar y sacar adelante a su descendencia.

Las falsas creencias, que por desgracias no nos dejan avanzar hacia un modelo de compatibilización entre agricultura y conservación de la biodiversidad, hacen creer que la presencia de estos individuos entre los campos de cultivo es dañina tanto para la producción como para la rentabilidad económica de la cosecha. Todo esto se aleja mucho de la realidad, ya que el asentamiento de esta especie entre los cultivos es un claro ejemplo de labores sostenibles y equilibradas con la naturaleza. Podríamos decir que el agricultor o agricultora que posee un nido en su parcela tiene un aliado natural contra plagas u otras especies que pueden amenazar o mermar su producción anual de cereal.

Existen estudios que indican que una sola pareja, y su prole, pueden consumir cantidades importantes de insectos que producen daños a la cosecha, a su vez, consumen grandes cantidades de roedores e incluso ayudan a mantener a raya a las aves granívoras presentes en estos ecosistemas agrarios, disminuyendo con ello, la perdida de cosecha y por ende aumentando en el beneficio económico para el propietario de la parcela.

Aprovechamos esta oportunidad para alentar a los y las agricultoras de la región y para pedirles su colaboración en el caso de que detecten un nido durante su trabajo. Sin su colaboración y compromiso, todo el trabajo y esfuerzo realizado hasta ahora por nuestro equipo no habrá servido de nada. Por ello pedimos que, en el caso de detectar algún nido de esta especie, se pongan en contacto con ADENEX para realizar las gestiones y manejo del nido necesarias para protegerles y salvarles y así poder disfrutar de sus vuelos en nuestros cielos y campos en unos meses.

Todas las personas interesadas en profundizar sobre los trabajos que ADENEX está llevando a cabo con esta especie, pueden visitar la web de la organización www.adenex.org o seguir la campaña en las principales redes sociales.

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