CHARLA DEBATE EN EL ATENEO DE CÁCERES SOBRE ENERGÍA NUCLEAR

La sociedad civil tiene que actuar ante la amenaza de la continuidad de las Nucleares.
La nueva ofensiva pronuclear, articulada por cierta clase política, junto con el lobby empresarial y la red clientelar creada en torno a los municipios afectados, no tiene otro objetivo que socializar los costes de gestión de los residuos radiactivos tras décadas de enriquecimiento por parte de las eléctricas.
Mantener la producción de estas viejas centrales nucleares supone, además de una estafa, un riesgo para la ciudadanía, que ni siquiera está protegida por un protocolo adecuado en caso de accidente nuclear.

¿Conseguir financiación pública para Almaraz? Todo lo parece si nos dejamos embaucar por el lobby Foro Nuclear español que sin embargo copia las tácticas francesas tanto de la opinión pública, de negocio empresarial y de intensidad mediática con el único fin de conseguir financiación pública para nuevos proyectos nucleares de nueva generación que han sextuplicado el coste ( 19.000 millones de euros) y duplicado el periodo de construcción  y con débiles presupuestos de las aseguradoras en riesgos nucleares ( Flamanville, en Francia y en Olkiluoto 3,  Finlandia) Por tanto ni plazos,  ni costos,  ni seguridad permiten creer en un auge nuclear en el mundo, por esto nos siguen engañando pidiendo fondos públicos para  los pequeños reactores modulares a instalar en cada esquina del planeta.

Para España solo queda pues pedir prolongar lo que hay en funcionamiento dado el poco poder de influencia política europea para intentar construir nuevas centrales.

Es sorprendente que a la presidenta de la Junta de Extremadura se le haya escapado que sea el Estado quien compre parte de las nucleares a fin de que les salga rentables a sus propietarios actuales (efectivamente el gobierno de Bélgica acaba de realizar una operación semejante). Y que sin embargo no haya exigido un plan de emergencia nuclear para un entorno de 50 km de la central. O, por ejemplo, que copiando a Cataluña impulse un Fondo de Transición Nuclear para amortiguar el cierre durante el periodo de desmantelamiento. El propio Ministerio para la Transición Ecológica ya ha anunciado un informe de impacto económico, petición que desde el movimiento ecologista llevamos pidiendo desde el 2015.

Nunca las nucleares hubieran podido seguir sin el apoyo público y el manejo del loby incluso dentro del propio Consejo de Seguridad Nuclear hasta que este se reformó y cambió de gestión (2007 y 2019).

Las nucleares no reducen los gases de efecto invernadero, aumentan los residuos radiactivos mortales y la probabilidad de accidentes y hacen que enormes inversiones económicas sigan invirtiendo en proyectos disparatados con el fin de seguir dando alza a una tecnología fallida desde sus comienzos, o bien en apoyo a seguir produciendo armas nucleares. Y todo esto en detrimento de las energías renovables con emisiones mucho menores.

Y mirando a la central de Almaraz y su efecto de empleo la propia organización de ayuntamientos del entorno de la centrales nucleares (AMAC) ya dejó claro en su informe de noviembre de 2021(“ Informe de Impacto Socioeconómico del Cierre de la Central Nuclear de Almaraz”) que, a pesar de los millones recibidos en los pueblos del entorno de la central, en estos mas de cuarenta años no ha servido para tener un desarrollo empresarial llegado el momento de cierre, como tampoco ha servido para  aumentar la población, ni se ha reducido el paro. Solo los diez años de construcción de la central han servido como empuje urbano en Navalmoral de la Mata, donde viven la práctica totalidad de empleados de la central y que ahora ya jubilados seguirán viviendo en ella.

En definitiva, entramos en el debate nuclear que solo representa el 20% del consumo energético final total y donde no se espera aumentos máxime cuando en estos últimos veinte años la demanda sigue teniendo bajadas considerables. No es extraño que las grandes eléctricas ahora apelen a los grandes centros de datos para seguir con su modelo de distribución centralizada, donde las centrales nucleares son las privilegiadas, ante el temor de que las energías renovables supongan la alternativa que en parte prescinda de las grandes centrales eléctricas, con un modelo más descentralizado y de comunidad energética local.

El día 11 de marzo de 2025 (Ateneo de Cáceres, 19:30 horas) ADENEX, Ecologistas en Acción y la revista Cuaderno Extremeño para el Debate y la Acción, proponen un primer acercamiento riguroso al papel que la energía electronuclear y su debate social deben tener en Extremadura. Es la fecha del último desastre nuclear, todavía latente, en Fukushima.

Modera:
Mª Angeles López Lax. Presidenta del Ateneo

Intervienen:
Juan Serna. Exconsejero de la Junta de Extremadura y activista contra las nucleares, motivo por el cual dejó la Consejería
Cristina Rois, de Ecologistas en Acción, portavoz del Movimiento Ibérico Antinuclear y representante en el Comité de Participación Pública y Transparencia del CSN
Nieves Guitián. Presidenta de la asociacion profesional de técnicos en seguridad nuclear y protección radiológica
José María González. Coordinador del grupo de trabajo de energía de ADENEX y de la publicación “Breve historial de los dos grupos atómicos de Almaraz”

DEBATE ABIERTO con el público en la sala

 

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